sábado, 1 de abril de 2023

Discurso de Gamal Abdel Nasser, presidente de la República Árabe Unida de Egipto, en la primera cumbre de la OUA, mayo de 1963


Traducción: Ramiro de Altube

"Estimados amigos, 

Desde las proximidades de las orillas donde desemboca el Nilo, llegó la Delegación de la República Árabe Unida, siguiendo el curso del creativo río, prosiguiendo una de sus más importantes fuentes aquí en este gran país.

Mientras que aquí están entre ustedes - amigos - los que han, en esta sala expresado su admiración por la hospitalidad del glorioso pueblo etíope que ha hecho el papel de anfitrión de esta Conferencia, y por la precisión de la organización y los esfuerzos ejercidos para posibilitar a la Conferencia cumplir su misión sin contratiempos, nosotros queremos recordar que desde hace muchos años, en tiempos tan antiguos como la historia de la humanidad, hemos conocido la generosidad de este país y la precisión sistemática que nos llega en una crecida anual con el curso del vivificante Nilo y que viene a nosotros siempre en el momento oportuno, sin fallos o demoras.

Así es Etiopía, su tierra, su pueblo pueblo y su Emperador, que ha dedicado a esta Conferencia el cuidado y los esfuerzos que todos todos contemplamos, apreciamos y recibimos con profundo agradecimiento y gratitud. 

Estimados amigos,

Permitidme realizar mi discurso tan breve como sea posible, porque es evidente por lo que escuchado hasta ahora, que todos nuestros pensamientos están enfocados en el mismo horizonte y nuestros puntos de vista están convergiendo sobre los mismos temas de importancia. Esto quedó claro en el rápido acuerdo alcanzado por nuestros ministros de Asuntos Exteriores que nos precedieron hasta aquí y que desplegaron esfuerzos dignos de apreciación, lo que les permitió alcanzar el proyecto de agenda que incluye un buen número de asuntos que reclaman nuestra atención, preocupan nuestras mentes, comprometen nuestros pensamientos y sobre los que nuestras opiniones se reunieron durante estas sesiones.

De esta manera, creemos que ahora ha llegado el momento de plasmar todas nuestras reflexiones y aspiraciones en un plan de acción. Si me permiten, diría que mi concepción de la tarea que aquí nos espera debería proceder a lo largo de las siguientes líneas:

PRIMERO:

La R.A.U. considera que el continente africano se enfrenta hoy a la fase más importante de su lucha. Si decimos que los estandartes de la independencia que han sido enarbolados en el continente de principio a fin los años recientes, son un testimonio del hecho de que el nacimiento de la libertad ha tenido lugar, el nacimiento por sí sólo, incluso con su espectacular milagro no es suficiente; la libertad debe crecer y su crecimiento debe ser sólido y completo, y capaz de afrontar las responsabilidades de la vida en nuestra época.

Por eso, tras el milagro del nacimiento, desde nuestro punto de vista, el continente ahora enfrenta desafíos de vida y debe, en medio de circunstancias difíciles, demostrar su aptitud para sobrevivir y desarrollar más a fondo su capacidad de renovar y evolucionar la vida misma. 

Casi no es necesario detallar esas difíciles circunstancias. Creo que sería suficiente con referirme a aquellas que sobrevuelan el continente desde el exterior y aquellas que acechan en el suelo del continente mismo.


FUERA DEL CONTINENTE

- Existe ese colonialismo que no ha sido total y plenamente erradicado de todas las partes del continente y que se aferra obstinada y brutalmente a algunas de estas partes, y en otras intenta disfrazarse detrás de falsas máscaras.

- Existe esa discriminación racial y ese apartheid impuesto en algunas partes del continente por los que saquean sus riquezas y esclavizan su fuerza laboral; y aun con esto, no tendrían escrúpulos en pisotear su dignidad en sus formas humanas más elementales.

- Existe ese disfraz detrás de los pactos militares para hacer del territorio de los pueblos, bases por las cuales amenazarlos.

- Existen esos intentos de forjar nuevas herramientas colonialistas que se infiltran bajo la bandera de las Naciones Unidas y que llevaron al Congo, durante su violenta crisis, esa espantosa tragedia cuya víctima fue el mártir revolucionario africano Patrice Lumumba; incluso bajo la apariencia de ofrecer ayuda a los pueblos del continente, intentos de infiltración tuvieron lugar.

- Existe esa insistencia en hacer del continente un mero almacén de materias primas a precios que no logran satisfacer el hambre de sus pueblos, mientras que el beneficio total se va para los países importadores que intentan hacer de su progreso industrial y científico un semi-colonialismo de una nueva forma, la de la explotación injusta de las riquezas ajenas sin una participación equitativa.

- Existe incluso la disposición de hacer de las tierras de los pueblos del continente un campo para  pruebas nucleares sin el consentimiento de esos pueblos, contrariamente a sus aspiraciones de paz y en amenaza directa para ellos incluso en el aire que respiran en su suelo nativo.

- Existe esa usurpación de la tierra de los pueblos, denegándola a sus legítimos dueños y permitiéndola a colonos que vinieron de lejos, rechazando gozar sólo los derechos de visita y con arrogancia y terror ellos impusieron el despotismo del amo.

- Existe ese engaño a través de los eslóganes; incluso la justicia y hasta la paz fueron aprovechados para las necesidades del hecho consumado. No puede haber paz sin justicia; aceptar el hecho consumado sin justicia significa aceptar la sumisión y ésto es lo más alejado de la paz que puede haber.

- Existen en el propio continente otras circunstancias difíciles. Si el continente africano, con toda justicia, no es responsable de estas circunstancias, sin embargo, está obligado a buscar la mejor solución, más allá del reparto de responsabilidades.

- Existe, por ejemplo, el problema del aterrador subdesarrollo, dentro de cuyos confines viven la mayoría de los pueblos del continente y que produce la temible brecha entre los estándares de vida de este continente y los de otros continentes que nos preceden en progreso. Este es un problema que no sólo afecta a la dignidad y los derechos legítimos del continente, sino que también tiene una peligrosa relevancia sobre la paz mundial, ¿cómo puede la paz sera estabilizada entre la riqueza excesiva y la pobreza espantosa en un mundo donde la distancia ya no cuenta?

- Existe ese problema de la desigualdad social dentro del propio país, este es un estado de cosas que que debería remediarse mediante la aplicación de medidas justas que permitan al ciudadano de un país una oportunidad equitativa de vida.

- Existen los problemas de desarrollo para hacer frente a los efectos del subdesarrollo y satisfacer las necesidades de justicia social, entre los que se encuentran los problemas de planificación, financiamiento y experiencia. En todos esos ámbitos, el continente necesita una amplia ayuda. La R.A.U. tiene su punto de vista sobre este asunto de la ayuda extranjera. Considera que es una obligación para aquellos que preceden en progreso, hacia los pueblos subdesarrollados, un derecho basado en la interdependencia humana y la consolidación de la paz. Por el contrario, la República Árabe Unida considera que esta ayuda es un impuesto que las grandes potencias con pasado colonial, en compensación por el saqueo al que han sido y son sometidos numerosos pueblos de África y Asia han estado y siguen estando expuestos, pueblos a los que se les ha quitado sistemáticamente su riqueza para que la prosperidad sea un monopolio de otros, mientras ellos se quedan con el monopolio de la pobreza. Si hay quienes nos piden que perdonemos el pasado, estamos dispuestos a Estamos dispuestos a perdonar de todo corazón, pero no estamos dispuestos a olvidar. Perdonamos pero no olvidamos. Convertimos la vejez en perdón pero nos equivocaríamos al convertirla en nativa.

- Existen los problemas fronterizos entre numerosos Estados africanos, fronteras que todos sabemos cómo fueron trazadas en su momento y cómo fueron impuestas.

- Existen los residuos del pasado que dejaron numerosas manchas oscuras en el continente y que ahora exigen esfuerzos masivos en los campos de la educación y la cultura para lograr la liberación del hombre africano de todos los grilletes invisibles que atan e impiden su movimiento. Y incluso al enfrentarnos a esas difíciles circunstancias desde fuera y dentro del continente, nos encontramos en una atmósfera que aumenta la intensidad y la gravedad de la lucha contra ellas. Nosotros libramos nuestra lucha por la evolución de la vida frente a corrientes violentas.

- Existen aquellas fuerzas cuyo interés es imponer sobre nosotros el subdesarrollo; ellas no dudan en ir tan lejos como para instigar a un hermano contra otro, sembrando la semilla de la duda y dejándonos cosechar el odio.

- Existen las corrientes cruzadas de la guerra fría con sus presiones y tensiones. Vivimos en un mundo donde la distancia ya no cuenta a raíz del gran progreso científico, particularmente en los medios de transporte, un asunto que ha traído las batallas de la guerra fría a nuestros propios hogares y a los corazones y mentes de las personas en esos hogares.

Como resultado, vivimos en un mundo lleno de expectativas, un mundo en el que las justas y legítimas demandas del hombre han aumentado sin un aumento activo y efectivo de sus potencialidades que puedan estar al alcance de esas demandas. No podemos acercarnos lo suficiente  a la realización de las amplias aspiraciones de la humanidad sino a través de una acción transformada que apele a la movilización nacional y que lleve adelante la voluntad democrática de los pueblos, y les imponga de buen grado y con conciencia los sacrificios que son hereditarios antes de la etapa del levantamiento; todo ésto dentro de las circunstancias y peligros de la guerra fría.


SEGUNDO

La República Árabe Unida considera que esta etapa de la lucha africana sobre la que les he expuesto algunos atisbos de sus diferentes aspectos, con la objetividad de que dispongo -una objetividad que no recurre a lo milagroso y que no se deja llevar por la indulgencia de un optimismo soñador – requiere ante todo una libre y única voluntad africana.

No cabe duda que esta conferencia es en sí misma una prueba de la existencia de una libre y única voluntad africana. Por ello, la mera convocatoria de esta conferencia no es menos importante que cualquier resolución que se emita en ella. Esta escena que nos rodea en esta hermosa capital, Addis Abeba, es histórica y debe ser recordada: el continente mirará hacia atrás a esta conferencia por muchas generaciones para aparecer como un punto decisivo en el progreso de los esfuerzos africanos.

La mera celebración de esta conferencia es una prueba de la existencia de una voluntad africana libre y única.

No hemos arribado aquí por casualidad, ni hemos arribado rápidamente. Hemos venido a través de varios caminos y nuestra llegada ha sido objeto de esfuerzos que finalmente han tenido éxito porque emanan de una arrolladora llamada por la unidad, a la que ninguno pudimos resistirnos ni otros fueron capaces de mantenernos alejados.

Ésto es confirmado por el hecho de que todas las organizaciones y agrupaciones que emergieron en el continente para hacer frente a etapas precedentes de la evolución del esfuerzo africano, en sus diversas circunstancias y situaciones, han devenido concientes de que era el momento de reunirse sin reservas para que el encuentro pueda proveer una voluntad africana única y libre.

Ésto está también confirmado por el hecho de que todas las divisiones tradicionales que el imperialismo trató de imponer sobre el continente para desgarrarlo entre el norte del Sahara y el sur del Sáhara, entre el África blanca, negra y de color (coloured), entre el Este y el Oeste, entre el África francófona y al África anglófona, todas han colapsado y fueron barridas por realidad africana genuina. Sin embargo permanece una lengua sobre la tierra africana ... la lengua del único destino, sin importar cuál sea el método de expresión.


TERCERA

Finalmente, llego a un tercer y último punto. Primero mencioné que el continente enfrenta la más peligrosa etapa de su lucha y que luego del milagro del nacimiento se enfrenta a la responsabilidad de la vida, el crecimiento y la fuerte supervivencia.

En segundo lugar, mencioné que la mera conformación de esta conferencia es prueba de la existencia de una voluntad africana única y libre.

En tercer lugar, diría: Esta voluntad libre y única requiere una mente organizativa y unos nervios dinámicos por los que sea capaz de enfrentar los desafíos y de proceder eficientemente hacia las sublimes aspiraciones africanas. 

Esta es la misión que espera a las iniciativas y esfuerzos de esta conferencia. Percibir los límites de nuestras responsabilidades es una parada importante. 

Es más importante que nuestra voluntad única y estas responsabilidades converjan. Pero el paso decisivo y final es equipar esta voluntad única de potentes motores que penetren en el poder creativo y la dirijan junto con los nervios sensibles hacia la práctica del gran cambio por el que buscamos la evolución de la vida en nuestra Tierra Africana.

No es suficiente identificar nuestros problemas. Tampoco es suficiente para nosotros encontrarnos ante ellos, lo que importante es combatirlos a todos los niveles y de acuerdo a las necesidades de las circunstancias, el colonialismo no se retirará de las partes que todavía ocupa en nuestro continente africano sólo porque gritemos que la continuación de su presencia nos humilla.

Gritamos contra el colonialismo en nuestro país durante setenta años esperando que la lógica de las  negociaciones lo induciría a marcharse, hasta que finalmente nos vimos compelidos a tomar las armas.

Fuimos sorprendidos, sólo unos meses después de su retirada de nuestra tierra la primera vez en junio de 1956, para verlo volver a nosotros una vez más en forma de invasión total el 29 de octubre concentrando las fuerzas de tres países alegando que nuestra restauración del Canal de Suez y nuestra remoción de aquel monopolio remanente de la piratería del siglo XIX, era una violación del derecho internacional y de la santidad de los tratados. Tuvimos que llevar armas una vez más a regañadientes, llevamos armas en una batalla impuesta sobre nosotros.

Luego vino la victoria de Suez, victoria de la libertad en África y en todo el mundo y un símbolo de emancipación que anunciaba la esperanza para numerosos pueblos del continente en lucha. No quiero decir que deba existir un Suez en cada lugar donde se centra el colonialismo, pero digo que nuestras buenas intenciones no son suficientes aunque estén apoyadas por la conciencia mundial que se fortalece día tras día; por lo tanto, nuestras responsabilidades nos imponen estar preparados para todas las eventualidades. La preparación exige una mente organizativa y unos nervios dinámicos. Para erradicar la discriminación racial y el apartheid no basta con calificarlos como una humillación para la humanidad como un conjunto, en ésta y en cualquier otra época sino que es imperativo que haya una valiente resistencia por todos los medios y formas hasta llegar a el arma del boicot total con el que podamos cambiar el estado de cosas y transformar a aquellos que buscaron imponer el aislamiento de los pueblos africanos en su tierra, a focos aislados de la humanidad, expulsados del marco de la cooperación internacional.

Para un boicot efectivo por todos los medios y formas necesitamos una mente organizativa y unos nervios dinámicos.

Otros problemas que enfrentamos desde fuera del continente exigen lo mismo. Los pactos militares no caerán por sí mismos como hojas de otoño. El saqueo de materias primas nunca terminará y los saqueadores nunca estarán satisfechos. Los colonos no aceptarán voluntariamente los "derechos de visita” y no renunciarán al "despotismo de los amos", pero en cada uno de esos problemas África se enfrenta la batalla que exige una mente organizativa y nervios dinámicos.

Asimismo, los problemas que acechan a nuestro continente, los problemas del subdesarrollo en todos los países africanos, los problemas de disparidad social dentro de cada país africano y los problemas de desarrollo fronterizo y educación, todo lo que tenemos en mente exige la misma mente organizativa y nervios sensibles, en tanto podamos verlos con el mismo ojo y creamos en la necesidad de encontrar soluciones a ellos.

La misma medida se aplica a las responsabilidades de África con respecto a la paz mundial.

Esto no significa ni por un momento que África deba convertirse en un bloque internacional o que el esfuerzo africano deba aislarse de la marcha del progreso humano en su conjunto.

Esto es la última cosa que podemos pensar o pedir. Más bien consideramos que alcanzar tal extremo es un fanatismo cuya responsabilidad no podemos soportar. Afortunadamente, nuestra reunión en este Salón de las Naciones Unidas nos trae constantemente a la mente el hecho de mirar hacia adelante, es una ampliación de las aspiraciones de los países que las establecieron y defendieron su salvaguardia frente a todos los peligros que los amenazaban.

Pero, como ya he mencionado lo que necesitamos es una mente organizativa africana y un nervio dinámico africano para guiar la voluntad libre y única de África enfrentando los problemas y desafíos "que se presentan frente el Continente y que obstaculizan su potencialidad para la evolución de su vida, y como resultado reduce su contribución al avance del progreso humano. Esta es la misión que está esperando a esta Conferencia, la medida de su éxito; en esta misión es la medida de la realización de sus responsabilidades históricas responsabilidades históricas con África y con la humanidad.

Una mente y nervios para la libre y única voluntad de África. 

Una mente que es sabia y audaz al mismo tiempo, que lucha como un constructor y construye como luchador, que lucha con la habilidad y la paciencia del constructor y construye con el entusiasmo y el empuje del luchador.

Los nervios que son audaces e imaginativos se enfrentan a los peligros. Pueden elevarse con su visión para ver los amplios y nuevos horizontes de las potencialidades del desarrollo creativo.

Esta es, antes que cualquier otra, nuestra responsabilidad aquí.

Nuestros problemas no necesitan nuevas definiciones, todos los reconocemos. Nuestra voluntad única no necesita de pruebas de su existencia, todos estamos en esta sala.

Lo que necesitamos son motores poderosos, para generar el poder de nuestras grandes aspiraciones e ilimitadas potencialidades y para direccionar este poder. Aquí radica nuestra necesidad de una mente organizativa y unos nervios dinámicos.

Que sea una Liga Africana.

Que haya una Carta para toda África.

Que haya reuniones periódicas de los Jefes de Estado y representantes africanos en el continente.

Que haya de todo.

Una cosa que la República Árabe Unida no quiere: específicamente dejar este lugar con más palabras entusiastas o con fachadas institucionales formalistas.

En este caso nos estaríamos engañando a nosotros mismos y no engañando a los demás. En este caso estaríamos perjudicando a África y a la paz.

Más bien, en este caso, estaríamos perdiendo lo que realmente tenemos: especialmente la identificación de nuestros problemas y la unanimidad de nuestra voluntad.

Queridos amigos,

Que haya una Liga Africana. Esto ha sido proclamado por la Carta de trabajo emitida por el Congreso Nacional de los Poderes Populares elegidos democráticamente en la República Árabe Unida y la cual fue adoptada en junio del año pasado.

Que haya una Carta para toda África.

Que haya reuniones a todos los niveles oficiales y populares, como hemos escuchado de varios amigos.

Que haya algo - pero que sea algo real.

Confiemos a ello cuales sean los planes que deseamos. Fijemos una fecha definitiva para la liquidación del colonialismo, establezcamos proyectos para la cooperación cultural y científica; emprendamos la coordinación de nuestra cooperación económica hacia un mercado común africano - todo ésto y mucho más espera nuestros esfuerzos, pero todo necesita de la mente organizativa y de los nervios dinámicos.

Recordemos siempre que cualquier organización que establezcamos como mente y nervios para la voluntad africana, no conducirá a la unidad africana de la noche a la mañana. Pero la voluntad, siempre deriva sus aspiraciones del trazado de planes para su realización a partir de sus potencialidades y el seguimiento de su implementación con una conciencia atenta. En ésto, no sólo se expresa su unidad sino que también profundiza su sentimiento por la unidad, en otras palabras, emana desde la aspiración por la unidad y aumenta espontáneamente su eficacia a través de la viva experiencia.

Queridos amigos,

La República Árabe Unida ha venido aquí con un corazón abierto, una mente abierta y una apreciación de la responsabilidad impregnada de buena voluntad y está preparada para cargar todos los límites de sus responsabilidades históricas hacia nuestro continente africano.

Hemos venido aquí sin egoísmo; incluso el problema que consideramos uno de nuestros más serios problemas, concretamente el de Israel, y sobre el que los Estados miembros de Casablanca comparten con razón nuestra opinión de que es una de las herramientas de infiltración imperialista en el continente y una de sus bases de de organización, no someteremos este problema a discusión en esta reunión, en la convicción de que el progreso del esfuerzo libre de África, revelará, a través del proceso, la verdad, día tras día y la extenderá desenmascarada ante la conciencia africana.

Así, hemos venido aquí sin reservas, sin exigencias.

Creemos que el trabajo conjunto removerá nuestra necesidad de cualquier reserva y creemos que el éxito del esfuerzo conjunto satisfará todas nuestras demandas.

Queridos amigos,

En esta conferencia, que simplemente por convocatoria, representa la existencia de una voluntad africana libre y única, la delegación de la República Árabe Unida está preparada para esforzarse lo máximo posible, honesta y sinceramente, por el beneficio de alcanzar la fórmula que proporcione a la África libre y única una voluntad con una mente organizativa y nervios dinámicos.

Así, África lograría toda su expectativa africana por la libertad y dignidad. Más bien, África lograría toda su expectativa humana por la paz basada en la justicia.

Que sus esfuerzos sean bendecidos."


Tomado de: "SPEECHES & STATEMENTS MADE AT THE FIRST ORGANIZATION OF AFRICAN UNITY (O.A.U) SUMMIT", en www.au.int


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